El impacto psicológico de la migración y cómo abordarlo
La migración es un fenómeno global de gran importancia, impulsado por la búsqueda de mejores oportunidades económicas o por el deseo de escapar de contextos de violencia. Según estimaciones del Banco Mundial (2023), se calcula que alrededor de 41 millones de latinoamericanos viven fuera de su país de origen. Lo anterior, conlleva profundas implicaciones emocionales y psicológicas. Las personas que migran suelen atravesar un proceso de adaptación que implica dejar atrás su lugar de origen y enfrentarse a una nueva cultura. Este proceso puede generar trastornos como ansiedad, depresión, estrés postraumático o incluso sentimientos de aislamiento y pérdida de identidad.
Efectos psicológicos de la migración
La migración implica una transformación radical en la vida para quienes por diversos motivos cambian de residencia. La transición a un nuevo país conlleva la separación de sus seres queridos y el abandono de las redes de apoyo social (Estrella, 2018). Esta ruptura puede desencadenar sentimientos de pérdida, duelo y el síndrome de Ulises. Además, la adaptación a una nueva cultura, sus normas y lenguas puede generar sentimientos y emociones de soledad y desarraigo.
El choque cultural y las barreras lingüísticas, sumados a la incertidumbre laboral o la discriminación, contribuyen al estrés y la ansiedad, lo que aumenta el riesgo de desarrollar problemas de salud mental. Es común que las personas migrantes se enfrenten a un sentimiento de no pertenencia, lo que afecta su autoestima y sentido de identidad (Estrella, 2018). En casos más graves, en especial aquellos que migran debido a guerras, violencia o persecuciones políticas pueden sufrir traumas relacionados con el desplazamiento forzado y la experiencia de vivir en entornos peligrosos.
El papel del psicólogo en la atención a migrantes
Ante este panorama, las y los profesionales de la psicología juegan un papel crucial en la atención y acompañamiento de las personas migrantes. Su intervención no solo es fundamental para el tratamiento de problemas psicológicos ya existentes, sino también para la prevención de los mismos y la facilitación del proceso de adaptación a la nueva realidad.
Una de las principales tareas del psicólogo es crear espacios seguros donde las personas migrantes puedan expresar sus emociones y temores sin miedo. A través de la terapia individual o grupal, se puede ayudar a estas personas a procesar el duelo migratorio y a fortalecer su resiliencia frente a los desafíos de su nueva vida (Heredia, Velasco y Pacheco, 2009). Además, el psicólogo puede facilitar la reconstrucción de la identidad personal, ayudando al migrante a integrar las distintas facetas de su vida anterior con la nueva realidad que enfrenta.
El enfoque psicosocial también resulta fundamental. Al trabajar en conjunto con instituciones y organizaciones, los psicólogos pueden ayudar a crear redes de apoyo para los migrantes, fomentando la creación de comunidades que permitan reducir el aislamiento y promover el bienestar emocional (Heredia, Velasco y Pacheco, 2009). De igual forma, el trabajo interdisciplinario con otros profesionales, como trabajadores sociales o educadores, es esencial para abordar las diversas dimensiones del fenómeno migratorio.
Herramientas terapéuticas para migrantes
Existen diversas herramientas que los psicólogos pueden emplear en el trabajo con migrantes. Revisemos las más importantes:
- Guía para la intervención psicológica de migrantes y refugiados: elaborada por el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, aporta de manera compartida una síntesis práctica de cómo la psicología puede contribuir a la atención de las personas migrantes.
- Guía para la atención psicosocial a personas migrantes en Mesoamérica: realizado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), propone un sistema de seguimiento, monitoreo, evaluación y atención psicosocial centrado en las personas migrantes de la región latinoamericana.
- Abordajes de apoyo psicológico remoto para migrantes de difícil acceso: este documento explora las principales causas de la dificultad de acceso a servicios de Salud Mental y Apoyo Psicosocial de las personas migrantes en Latinoamérica y el Caribe, generando propuestas de evaluación y de atención.
- Protocolo de atención e intervención en Salud Mental y Apoyo Psicosocial a personas migrantes: describe las pautas necesarias para desarrollar actividades e intervenciones dirigido a profesionales que prestan atención y cuidado en Salud Mental y Apoyo Psicosocial a la población migrante.
Reflexiones finales
La migración es un proceso que puede tener efectos psicológicos adversos. La adaptación a una nueva cultura, la sensación de desarraigo y la pérdida de redes de apoyo son solo algunos de los factores que influyen en el bienestar emocional de las personas migrantes. En este contexto, el papel del psicólogo es esencial no solo para tratar las secuelas emocionales de la migración, sino para acompañar a estas personas en la construcción de una nueva vida con sentido y bienestar. La labor terapéutica y psicosocial que los psicólogos pueden ofrecer a los migrantes es vital para que logren una integración saludable y resiliente, favoreciendo su desarrollo personal en medio de los desafíos que conlleva empezar de nuevo en un lugar diferente.
Referencias:
Estrella, R. N. (2018). Procesos psicológicos de la migración: aculturación, estrés y resiliencia. Boletín científico sapiens research, 8(2), 29-37.
Heredia, M. E., Velasco, M. N., & Pacheco, M. E. (2009). Recursos psicológicos y salud: consideraciones para la intervención con los migrantes y sus familias. Aportaciones de la psicología a la salud, 1, 1-22.
Muy importante la labor del psicólogo en el abordaje de las distintas problemáticas y sintomatologías que pueden presentar los migrantes, en lo particular no conocía el síndrome de Ulises.
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