Artes Escénicas, la poesía de los sentidos

 Autor:  Golias

Las artes escénicas como el teatro, el circo, la danza, la ópera y otras de creación más reciente, como la performance, constituyen manifestaciones socioculturales y artísticas que se caracterizan tanto por los procesos comunicativos singulares que le son propios, como por el hecho de que se materializan en la escena a través de la síntesis e integración de otras expresiones artísticas, desde las literarias hasta las plásticas.

Si bien la expresión corporal es un lenguaje común a todas las personas, y una de las formas más universales de comunicación y comprensión entre los seres humanos, el arte escénico es una de las ramas más complejas y enriquecedoras de las manifestaciones artística porque implica tomar conciencia y explorar  e investigar con el cuerpo este universo comprensivo y expresivo.

Más allá del dualismo metafísico de la tradición judeo cristiana según la cual habría una división existencial entre mente y alma, cuerpo y espíritu, las disciplinas artísticas en general y las artes escénicas en particular se fundan en la inseparabilidad de estas dos esferas. Como escribe Conrad en su novela Bajo la mirada de Occidente: “Los conceptos más idealistas de amor y tolerancia tienen que estar recubiertos de carne, por así decirlo, para ser comprensibles”  

No es, entonces, que tengamos un cuerpo ¿dónde radicaría ese yo poseedor de la corporeidad sino en la corporeidad misma? Somos cuerpo, y es ese cuerpo en donde radican y desde donde se expresan, de forma entretejida y compleja, todos los conceptos racionales y todo el universo emocional que nos ha caracterizado y nos distingue como especie a lo largo de nuestra historia y en toda la diversidad de sus formas.

Las artes escénicas cobran pleno sentido cuando son capaces de explorar, recuperar y actualizar fragmentos de esa vastedad y pluralidad psico-socio-cultural pan humana, mediante cuerpos en movimiento en un escenario y frente a un público dispuesto a dejarse intimidar, a identificarse, reconocerse e incluso. a veces, a conmoverse y transformarse por esa interpretación.

Parafraseando a Antonio Artaud, podemos afirmar que la escena es un lugar físico, concreto que exige ser ocupado y que se le permita hablar su propio lenguaje. Nos referimos, con este autor, a un lenguaje concreto destinado a los sentidos, e independiente de la palabra, que debe satisfacer todos los sentidos. Como hay una poesía del lenguaje, las artes escénicas son el soporte de la poesía de los sentidos. Y este lenguaje, físico concreto que se realiza en escena, no es verdaderamente escénico sino en cuanto expresa pensamiento que escapan al dominio del lenguaje hablado.

Y en esa recreación despiertan a nuevos sentidos, deslumbrantes e inéditos, nuestras vidas. 

Licenciatura en Artes Escénicas UDC, Universidad de las Ciencias

Referencias 

Conrad, 1984 (1911) Madrid, Alianza: 107

 Artaud, Antonin 2001 (1938), El Teatro y su doble, Barcelona, Gallimard: 42