Los contratos inteligentes y su impacto en el derecho actual
De acuerdo con datos de la consultora Grand View Research (2023), el mercado global de los contratos inteligentes o smart contracts se valoró en aproximadamente 684 millones de dólares en el 2022 y se espera que tenga una tasa de crecimiento anual del 82.2% de 2023 a 2030. Esta innovación promete revolucionar la forma en que entendemos los acuerdos legales. Pero, ¿qué son exactamente los contratos inteligentes y cómo impactan al derecho actual?
¿Qué son los contratos inteligentes?
Un contrato inteligente o smart contract es un programa digital que se ejecuta automáticamente cuando se cumplen ciertas condiciones previamente establecidas, la idea fue definida en la década de los 90 por Nick Szabo (Padilla, 2020). Estos contratos se basan en tecnología blockchain, haciéndolos más seguros, transparentes e inmodificables. A diferencia de los contratos tradicionales, que dependen de intermediarios como abogados o notarios para su realización y cumplimiento, los smart contract operan de manera autónoma y automática, sin necesidad de terceros.
Los contratos inteligentes tienen aplicaciones en contextos donde se emplean los acuerdos tradicionales. Por ejemplo: en actividades comerciales, seguros, transacciones hipotecarias o bien, en el registro de pisos, edificios, terrenos y todo tipo de bienes. Incluso, se pueden utilizar para el registro de títulos académicos, los certificados y la experiencia laboral de una persona o para el uso de patentes en el desarrollo de proyectos.
Beneficios de los contratos inteligentes
Los contratos inteligentes ofrecen una serie de beneficios los cuales atraen la atención de diversos sectores (Medina, 2022):
- Eficiencia y rapidez: al eliminar intermediarios y automatizar la ejecución, los contratos inteligentes reducen el tiempo de procesamiento de acuerdos. Lo que normalmente requeriría semanas o meses, puede completarse en minutos.
- Reducción de costos: sin la necesidad de notarios, abogados o intermediarios, los costos asociados a la creación, verificación y ejecución de contratos se reducen considerablemente.
- Transparencia: dado que los contratos inteligentes se almacenan en la blockchain, cualquier parte involucrada puede verificar la validez y las condiciones del contrato en cualquier momento.
- Seguridad: los contratos inteligentes son altamente seguros debido a la tecnología blockchain, que los hace prácticamente inmunes a alteraciones o hackeos.
- Ejecución automática: la principal ventaja de los contratos inteligentes es que se ejecutan automáticamente una vez que se cumplen las condiciones programadas. Esto evita retrasos y garantiza el cumplimiento sin necesidad de intervención humana.
Riesgos de los contratos inteligentes
A pesar de sus beneficios, los contratos inteligentes también presentan desafíos y limitaciones que es importante tener en cuenta (Padilla 2020):
- Rigidez: los contratos inteligentes se basan en código, lo que significa que una vez que están programados, no pueden modificarse sin el consenso de todas las partes.
- Errores en la programación: si hay errores en el código, esto puede llevar a la ejecución incorrecta, generando problemas para las partes involucradas. Corregir estos errores puede ser complejo y costoso.
- Ausencia de regulación: aún no existe una regulación clara y uniforme sobre estos instrumentos en muchas jurisdicciones. Esto puede causar incertidumbre sobre la validez legal de estos contratos en ciertos países o situaciones, y dificultar la resolución de disputas.
- Accesibilidad técnica: no todos los usuarios tienen los conocimientos tecnológicos necesarios para programar o verificar contratos inteligentes. Esto puede generar una dependencia de desarrolladores o plataformas especializadas, lo que podría crear una nueva forma de intermediación.
Impacto en el derecho actual
Como se mencionó, los contratos inteligentes eliminan la necesidad de abogados, notarios o intermediarios, esto también plantea dilemas sobre la necesidad de nuevas regulaciones que adapten las normativas existentes a esta realidad. A medida que los contratos inteligentes se vuelven más comunes, es probable también que surjan nuevas formas de disputas legales. Por ejemplo, ¿quién es responsable si el código de un contrato tiene un error? ¿Qué pasa si las leyes de un país no reconocen la validez de un contrato inteligente?
Actualmente, muchos sistemas legales no están equipados para abordar las particularidades de los contratos inteligentes y los retos mencionados. Los gobiernos tendrán que establecer nuevas normativas para garantizar que estos contratos se alineen con las leyes nacionales e internacionales, y para proteger los derechos de las partes involucradas (Medina, 2022).
En México, el Código Civil Federal y el Código de Comercio, no abordan de manera específica los contratos inteligentes, aunque sí regulan los contratos electrónicos y digitales. Estos contratos deben cumplir con los requisitos tradicionales como el consentimiento, un objeto lícito y, en ciertos casos, la formalidad. Por otra parte, La Ley de Firma Electrónica Avanzada reconoce la legalidad de las firmas digitales, siempre y cuando garanticen autenticidad y seguridad, lo cual podría aplicarse a los contratos inteligentes. Además, el sistema legal mexicano ha reconocido principios como la neutralidad tecnológica, lo que implica que un contrato digital tiene el mismo valor legal que uno en formato físico (Cuautle, 2023). Esto facilitaría la adopción de contratos inteligentes, que también funcionan de manera digital, aunque es necesario establecer marcos regulatorios especializados.
Reflexiones finales
Los contratos inteligentes representan un cambio fundamental en la forma en que se crean, gestionan y ejecutan los acuerdos legales. A medida que esta tecnología avance, es esencial que los sistemas jurídicos se adapten para integrar estos nuevos tipos de contratos, sin arriesgar la protección de los derechos de las partes involucradas. El reto para los juristas será encontrar el equilibrio entre la flexibilidad que ofrece la tecnología y la necesidad de regulación adecuada. Sin duda, los contratos inteligentes seguirán moldeando el futuro del derecho, y su adopción seguramente aumentará en los próximos años.
Referencias
Cuautle, F. A. (2023). Smart contracts en el derecho mexicano: desafíos y oportunidades para su integración en el marco legal. El Palma De La Juventud, 5(6), 245–258.
Grand View Research. (2023). Smart Contracts Market Size & Trends. https://www.grandviewresearch.com/industry-analysis/smart-contracts-market-report
Medina, C. E. (2022). Beneficios y limitaciones del Blockchain en contratos inteligentes en el sector salud. Una revisión de la literatura. Revista Científica Anfibios, 5(2), 57-71.
Padilla, J. A. (2020). Blockchain y contratos inteligentes: Aproximación a sus problemáticas y retos jurídicos. Revista de Derecho Privado, (39), 175-201.
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